Maridaje: Quesos y Vinos.
Más allá de la clásica fórmula de: “los pescados deben acompañarse con vino blanco y los platos de carne deben casarse con vino tinto”; existe un sinfín de posibilidades para acompañar un buen vino con un buen manjar, y qué mejor que un sabroso queso.
Queso Parmesano
El queso Parmesano, de intenso sabor, es ideal acompañarlo con los tintos jóvenes, como el Lambrusco, o con los blancos suaves.
Queso Gruyere
El queso Gruyere se complementa con el vino blanco semidulce, con el blanco frutoso, o también puede tener una excepcional relación con el cava o la cerveza liviana, al igual que el Cambermet.
Queso Cheddar y Queso Feta
Un auténtico idilio existe entre el queso Cheddar suave, con el vino tinto ligero y frutoso, con el blanco y el cava. El queso feta, que es muy popular en Grecia a nivel doméstico, casa con el vino tinto ligero y blanco frutal.
Quesos de Oveja
Los quesos de oveja de pasta cocida, como el Ibérico, Manchego, Idiazábal, Roncal y Zamorano, combinan perfectamente con los vinos tintos con cuerpo como La Rioja, Ribera del Duero y Bierzo.
En cualquier caso, hay que remarcar que el maridaje, aunque existen ciertas normas que se dan por supuestas, es al fin y al cabo, una cuestión de gustos. A la hora de la verdad, elegir unos u otros vinos para acompañar a los platos que compongan un menú dependerá del tipo de alimentos que vayamos a preparar, la forma en la que los prepararemos y del gusto personal de nuestros comensales.
¿Qué maridaje os ha dado más ganas de probar?